¿Cómo se trata la tos crónica? El tratamiento de la tos crónica debe adaptarse a su causa, y por eso es clave un diagnóstico certero. Más allá de los medicamentos clásicos como antitusígenos, broncodilatadores o antihistamínicos, hoy sabemos que también existen terapias no farmacológicas —como la fisioterapia respiratoria y la logopedia— que ayudan a controlar la tos persistente y mejorar la calidad de vida.

En este artículo te explicamos las diferentes opciones disponibles para aliviar este síntoma tan frecuente y, a veces, incapacitante.

Tratamiento de la tos crónica

Tratamiento farmacológico

El tratamiento de la tos tiene que basarse en su causa. Si la exploración no orienta hacia un origen de la tos y no hay signos de alarma el tratamiento de elección suele ir orientado a tratar una de las tres causas más comunes: 

  • Goteo postnasal: Combinación de antihistamínico y descongestionante o un espray nasal con corticoesteroides o un espray con antagonistas de los receptores mucopolisacáridos 
  • Reflujo gastroesofágico: Inhibidor de la bomba de protones o un antihistamínico 
  • Asma: Corticoides inhalados o broncodilatadores beta-2-agonistas de acción rápida 

Hay dos posibles enfoques para el tratamiento de la tos: 

  • Antitusígenos, inhibidores de la tos, que reducen la necesidad de toser. Los más utilizados son: 
  • Opiáceos: suprimen la tos porque se reduce la capacidad de respuesta del centro de la tos situado en el cerebro. Tienen efectos secundarios como vómitos, náuseas, estreñimiento, somnolencia, entre otros, por lo que su administración tiene que reservarse para situaciones especiales. 
  • Dextrometorfano: también suprime el centro de la tos en el cerebro. Puede producir somnolencia, no causa adicción. 
  • Benzonatato: Actúa sobre los receptores localizados en los pulmones que responden al estiramiento, haciendo que sean menos sensibles a la irritación que provoca la tos. 

No deben de utilizarse cuando la tos se acompaña de esputo.  

  • Expectorantes o mucolíticos, para hacer que el moco sea más fluido y facilitar la expulsión de moco. No suprimen la tos y su efectividad no está demostrada 

Hay otros fármacos que pueden administrarse: 

  • Antibióticos: Cuando la tos se ha originado por una infección respiratoria 
  • Antihistamínicos: Tiene escaso o nulo valor para el tratamiento de la tos, excepto cuando la causa es la alergia que afecta a la nariz, garganta y tráquea. Si la causa es otra, como la bronquitis, no estarían indicados ya que las secreciones se volverían más viscosas y difíciles de expulsar. 
  • Descongestionantes: para aliviar la obstrucción nasal cuando la causa de la tos es goteo postnasal. 
  • Las terapias moduladoras y los moduladores de los receptores P2X3: actúan sobre los nervios sensoriales implicados en el reflejo de la tos haciéndolos menos sensibles. No eliminan la causa, pero ayudan a que el cuerpo no actúe de forma tan exagerada ante los estímulos que provocan la tos. 

 

Tratamiento no farmacológico

Pero no todo son fármacos, ya que cada vez hay más evidencia del efecto de terapias que combinan la fisioterapia y la logopedia en el tratamiento de la tos. 

Los componentes básicos de estas terapias son: 

  • Educación: Trata de asentar las bases sobre las que se fundamenta la terapia que se desarrollará. Se educará a la persona afectada sobre: 
    • Anatomía y fisiología de la laringe 
    • El reflejo de la tos, su componente involuntario y voluntario 
    • Qué es la tos crónica y cómo se desarrolla 
    • Identificación de desencadenantes y desarrollo del control voluntario de la tos. 
    • Efectos negativos de la tos repetida y el aclaramiento de la garganta. 
    • Objetivos y beneficios de las intervenciones no farmacológicas. 
    • Causas de la tos 
  • Técnicas de supresión y control de la tos: Con las que se enseña a identificar sus desencadenantes de la tos para que puedan usar técnicas de supresión, control o sustitución ante el primer signo o sensación de necesidad o urgencia de toser.  
    • Técnicas de distracción 
    • Técnicas de supresión de la tos o de aclaramiento de la garganta con deglución 
    • Técnicas de respiración para controlar la tos: Respiración diafragmática con labios fruncidos 
  • Control respiratorio y laríngeo: Serie de ejercicios respiratorios y vocales 
  • Asesoramiento psicoeducativo: Busca reducir la ansiedad y estrés que la tos provoca en las personas afectadas, desechando que es un fenómeno incontrolable, además de fomentar la adherencia al tratamiento 

Estudios recientes han demostrado que estos programas deben contar con un mínimo de 4 sesiones, repartidas en 1 o 2 meses, con una duración entre 30 y 45 minutos, pudiéndose añadir dos sesiones extras más para reforzar lo aprendido. Además, el paciente realizará los ejercicios en casa un mínimo de 5 veces al día. 

Este tipo de terapia se recomienda para aliviar la irritación laríngea, mejorar el control voluntario de la tos, y en consecuencia, disminuir su frecuencia.  Todo ello contribuye a una mejor calidad de vida para el paciente. 

Se trata de una terapia sin efectos secundarios, pero que requiere de profesionales especializados y con experiencia en el manejo de esta condición para su realización. 


Autora: Eva Maroto

Referencias:

  1. https://publications.ersnet.org/content/erj/24/3/481.full.pdf 
  2. Peng, Y et al. Management of non-pharmacologic therapy for chronic refractory cough: Mechanism, composition, applicable population, and assessment. Heliyon 9 (2023) e20351
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Última actualización realizada el 21 July, 2025